NO ME GUSTA SER HATER, PERO ESTE GOBIERNO ¡NO GOBIERNA!
Desde que Iván Duque se pintó el cabello para aparentar experiencia y cuando lo escuché hablar con una sutil arrogancia, en las entrevistas realizadas por los medios de comunicación pagados con los dineros de los grandes empresarios, dije que este país iba a entrar en crisis, y no estaba muy alejado de la realidad, hoy en nuestra Colombia estamos afrontando una enfermedad y no es el Covid -19, es la enfermedad de la des-humanización. Iván Duque gobierna para los empresarios y me tacharán de mamerto por decirlo abiertamente y les aclaro, que no estoy a favor ni de derecha, ni de izquierda; estoy a favor de mi pueblo, estoy a favor de la paz, estoy a favor de las personas de a pie. Lo dicho, Iván Duque gobierna para los gremios y así lo ha proclamado en sus acciones... Un día escuché, no sé si fue en una serie de ficción (tal vez sea una ficción que no le gusta a Iván Duque), o en algún aparte de esas lecturas nocturnas y llenas de insomnio; que nuestros gobernantes y los empresarios nos veían como números, para ellos nosotros somos una variable en un tablero económico y cómo fichas nos van acomodando según sus requerimientos y necesidades. El señor presidente salió con la perla, que iba a crear unos días sin IVA y adivinen a quién favoreció, en detrimento de nuestra salud. Colombia está dividida en dos, una parte se adorna de mentiras, donde abundan las construcciones demagógicas que invitan a las personas a actuar por un caudillo y la otra parte, es la Colombia profunda, con seres que luchan para sobrevivir, aunque con el ausentismo del estado. Iván Duque no me representa, porque no representa mis ideales, porque su gobierno está enmarañado en triquiñuelas, porque su arrogancia impide que empatice con él, porque es impermeable ante el sufrimiento y ante la desdicha humana.
Muchos dirán que el camino del presidente empezó a enderezarse dos años después y gracias a la pandemia, pero yo digo que es lo contrario, el señor Duque no sabe gobernar (él sabe defender, claro, eso lo ha realizado estas últimas dos semanas). Durante un poco más de tres meses, he visto a este señor todos los días por la televisión y hasta me choca ese hablado tan displicente y soso, su defendido Uribe, tenía más fuerza en sus discursos; yo lo observo con su cara de ingenuidad y siento pena ajena por las decisiones que hemos tomado en este país, tal vez el plan para hacer trizas la paz, era poner a un señor, que no sabe ni donde está parado, tal vez y es verdad, el presidente de todos los colombianos es un títere, es un autómata, sin conciencia y sin espíritu.
El presidente Duque no gobierna, o gobierna para aquellos que pagaron su candidatura.
Este señor es falso y sus propuestas de precandidato lo demuestran totalmente; recuerdo cuando dijo que no iba a hacer trizas la paz y concluyamos, encaminándonos en el punto en el que estamos, en nuestro presente; ver y escuchar todos los días, que los niños son masacrados a lo largo y ancho de mi país, solo demuestra el recrudecimiento de la violencia y la complicidad que solo sirve para crear un discurso guerrerísta (me imagino el eslogan de la próxima candidatura en el 2022); dijo que no iba a hacer Fraking y ya están adelantando los proyectos pilotos en los paramos de nuestras montañas; dijo que iba a impulsar la economía e iba a apoyar el más desprotegido, y lo presenciamos en el día sin IVA, las personas que trabajan en la informalidad, no tienen cabida en los planes de gobierno, pero las grandes superficies claro que sí tienen cabida (¿Cuantos millones se ganaron los bancos? Todavía me duele la noticia); dijo que iba a crear una economía naranja (su eslogan) y pues los artistas estamos guardados, sin dinero, sin comida y con la esperanza rota (cuanto pecho ha sacado con la economía naranja ¡Naranja mis polainas!).
En fin, hay tanto por hacer y tan poca materia gris para lograrlo. Yo siento que es un mal del gobernante colombiano y es una construcción mal habida de: "el vivo, vive del bobo". Yo les propongo que hagamos una catarsis y nos unamos en un propósito mayor, porque nuestro país nos debe doler, porque hay que apoyar el campo (ahí está el modelo de negocio colombiano), hay que apoyar la naturaleza (ahí se filtra el aire que respiramos, el agua que bebemos y la comida que degustamos. Pensemos también que estamos compartiendo el mundo con otros seres; solo pensémoslo un momento), hay que cuidar a nuestros compatriotas (ellos son nuestra sangre), debemos cuidar la labor desempeñada por nuestros artistas (sin ellos, el mundo y la historia no tendrían brillo), hay que apoyar a nuestros deportistas (¡Ellos nos representan!), hay que apoyar a los empresarios del común ¡pequeños empresarios colombianos! (Si, son informales, pero dan trabajo a casi la mayoría de los colombianos), hay que cuidar a nuestros niños (ellos son nuestro futuro y nuestra alegría). Les suplico, sientan el peso y la responsabilidad de los cargos públicos, no calienten sillas, así como lo hace Iván Duque todos los días, nosotros podemos ser potencia, solo se necesita empatía y amor por lo nuestro.
Si algún político (de esos que he apoyado y se han diluido disfrazándose con la fachada del servidor público y del estatus que éste le provee) lee esta columna, por favor, usted tiene una responsabilidad, un voto popular ¡Usted nos representa! Para eso lo elegimos, no utilicen su voto, para ganarse unos cuantos apartamentos en una licitación pública, o para ganarse unos cuantos pesos en un contrato público, necesitamos que legislen a favor de las personas de a pie ¡La mayoría somos personas de a pie! Ustedes están en su comodidad, pero sientan y piensen lo que ha pasado en esta pandemia y sí se agudiza, los millones que tienen en sus cuentas van a entrar en detrimento y todos vamos a ser iguales, aprendan de las catástrofes, si no nos unimos, estamos destinados al fracaso.

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