UNA HISTORIA CONTADA EN ARRUGAS

—Deme cincuenta para un cigarrillo —su rostro enmarcaba una vida trajinada y resolutiva—, no tiene cincuenta pesos; usted es muy pobre.

 Nos quedamos un momento en silencio y pude notar en su mirada el coste de sus decisiones.

Comentarios

Entradas populares de este blog

BUENAS NUEVAS CAP #4

UN CAFÉ OSCURO Y UNA MEDITACIÓN INFUNDADA POR LA NOCHE Y EL CANSANCIO

UNA HISTORIA CONTADA EN ARRUGAS