EN MI TIERRA HAY DOS MUNDOS
Subí a hacer unas tomas en la huerta de don Ramiro, ya que he tenido una buena relación con ellos y porque admiro profundamente su labor; por temas de la pandemia, el destino ha cambiado mis flujos de vida, menos acelerados y más propensos a la meditación, he dejado un poco mi caminar en las ciudades y he emprendido un viaje hacia las montañas. Al llegar al huerto de don Ramiro, me recibieron con una bonita sonrisa, me senté a su lado y empezamos a dialogar, aunque nuestra conversación fue interrumpida por otro campesino del lugar, el cual llevaba unos kilos de cebolla cargados al hombro y un gallo metido en un costal. Don Ramiro y Felipe lo saludaron, descargó la cebolla y el gallo, se sentó sobre la tierra y cuando habló empezó la magia... Hacía tiempo no sentía ese calor compinche, desosegado, tranquilo, fraterno, que producen las conversaciones de las personas nobles, "Conejo", así como lo llaman, le propuso a don Ramiro acompañarle a llevar el gallo a una casa aledaña y ...
Comentarios
Publicar un comentario